Estoy seguro de que todos los que nos dedicamos de una forma u otra a la economía en los institutos religiosos hemos oído muchas veces esta afirmación: No somos una empresa. Nos la dicen nuestros hermanos y hermanas con un cierto retintín. Quieren recordarnos que lo nuestro es “otra cosa”, que no podemos pretender poner las preocupaciones de tipo económico entre las primeras o más urgentes de la agenda del instituto. Nos recuerdan que hay otras urgencias –pastorales, evangelizadores, humanitarias– mucho más importantes y que priman sobre las económicas. A más de un general y/o provincial se lo he oído decir. Seguir leyendo Los institutos religiosos no somos una empresa (1)