Estamos en agosto. Ya sé que muchos de los lectores de este blog están en otras latitudes y agosto es un mes como cualquier otro. Pero el que escribe estas líneas está en España y en estas tierras agosto es un mes de parada nacional. Todo, o casi todo, queda aplazado para septiembre. Y todo el mundo piensa en tomarse unos días de descanso o, al menos, hacer una vida más relajada. Quizá quede tiempo hasta leer un libro o cosas parecidas. Quiero hacer mi aportación a ese relajo generalizado con unas palabras para pensar, unas frases que quizá nos hagan pensar en nuestro trabajo como administradores.
Todo viene de la lectura de un artículo del administrador provincial de los maristas de la provincia Ibérica, Alfonso Fernández, publicado en su boletín interno, que un hermano y amigo marista me pasó para que leyera. Allí me encontré estas palabras para pensar.
Dice Alfonso que el trabajo hoy en la economía nos pide 1) exhaustividad en el análisis, 2) equilibrio en la planificación, 3) audacia en la toma de decisiones y 4) rigor en la evaluación.
Lo dice como de pasada, como quien no quiere la cosa. Pero me parece a mí que las cuatro afirmaciones darían para un artículo bien largo cada una. Y creo que sería bueno que, si tenemos que programar y pensar un poco lo que estamos haciendo y en lo que queremos hacer en este trabajo nuestro, sería bueno que dedicásemos un poco de tiempo a pensar cada una de esas frases. Son realmente palabras para pensar.
Detallo un poco lo que se me ocurre casi a vuela pluma de cada una de ellas:
- 1) Exhaustividad en el análisis. Pienso en lo necesario que es hacer una buena contabilidad. ¿Cómo vamos a poder analizar si no tenemos los datos bien aferrados? Pienso también en la necesidad de tener buenos asesores que nos ayuden a hacer ese análisis exhaustivo, contemplando los asuntos desde todos los puntos de vista.
- 2) Equilibrio en la planificación. ¡Tantas veces hacemos las cosas a raíz de la última llamada telefónica, de la última urgencia! Panificar con equilibrio quiere decir tener en cuenta los recursos disponibles, siempre limitados, y poner en orden las diversas necesidades. Porque no todo tiene la misma urgencia. Y, a veces, atendemos más al que más chilla y no al que más lo necesita.
- 3) Audacia en la toma de decisiones. Esto diría que nos cuesta mucho. Queda muy bien poner en los documentos eso de la “audacia evangélica” pero cuando llegamos a las decisiones concretas, nos lo pensamos mucho, mucho, mucho. Lo de la audacia no es precisamente una característica de la vida religiosa (quizá sea por los muchos años…). Realmente tendríamos que ser más audaces. Tiene razón el hermano Alfonso.
- 4) Rigor en la evaluación. Esto, para ser sincero, casi me hace reír. La experiencia me dice que no evaluamos, que no queremos evaluar, que nos da miedo evaluar. Un ejemplo: ¿alguien se ha sentado a hacer una evaluación seria de todas las fusiones de provincias que se están haciendo? La evaluación de las decisiones económicas va por la misma línea. Y el rigor en la evaluación suele estar más bien ausente. No por falta de medios sino, permítanme decirlo, por falta de real voluntad.
Ya ven como unas pocas palabras dichas al vuelo pueden dar mucho de sí. Les invito a reflexionar en ellas. Quizá esa reflexión nos termine ayudando a mejorar nuestra administración de los bienes del instituto. Las palabras del hermano Alfonso son realmente palabras para pensar.
- Postblog: Es posible que algunos de ustedes tuviesen problemas para ver la entrada anterior. Tuvimos un fallo general en el servidor. Lo sentimos. Esperamos que no se repita. Pero es lo que tiene la tecnología, que a veces no funciona . O ella o la mano de la persona que la dirige.
- De regalo: No todo en la vida puede ser trabajo. Por eso, de vez en cuando voy a ir añadiendo unos cuentecillos sobre la vida religiosa que escribí hace años y que pueden amenizar los ratos de descanso que también hacen falta. No tienen nada que ver con la administración. Pueden provocar una sonrisa y, de vez en cuando, ayudar a reflexionar en esta vida que a veces parece más «prodigiosa» que «religiosa». Lo pueden descargar en el enlace de más abajo. Y si les gustan, iré poniendo de vez en cuando más Historias del Padre Pérez.
Siempre claro, conciso y atinado.
Esperando que publiques ¨los cuentecillos¨
Feliz descanso veraniego.
Y si alguien se sienta y hace una evaluación seria de las fusiones de Provincias que se están haciendo, ¿de qué le sirve? ¿Quién o quienes deciden?
La pregunta es realmente buena. Pero a veces tengo la impresión de que eso de hacer evaluaciones serias no nos va mucho.