Del “patrimonio estable”

A estas alturas cualquier administrador/a y/o ecónomo/a sabe ya que en el último documento de la Santa Sede sobre la administración de los institutos religiosos (Líneas orientativas para la gestión de los bienes en los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, de marzo de 2014) se habla del “patrimonio estable” que deben tener los institutos religiosos para salvaguardar su misión y vida futura. En el documento no queda demasiado claro lo que eso significa o implica. Pero sí queda claro que es un asunto importante. Tanto que se pide que cada instituto precise y determine qué bienes son afectos a ese “patrimonio estable”. Y que se introduzca en el derecho particular de cada instituto la necesidad de determinarlo. Seguir leyendo Del “patrimonio estable”

Una nube de asesores…

Vengo de las jornadas de administración que todos los años organiza la Confer. Y me traigo una impresión un poco extraña. Parafraseando a la carta a los Hebreos 12,1, diría que una nube de asesores nos rodea. En la sala había muchas religiosas, algunos religiosos (todo esto es lo normal, ya se sabe que los religiosos no necesitamos ir a cursos…) y también abundantes laicos y laicas, que son los que conforman ese grupo que son los asesores.

Nosotros somos sus clientes, ya en el bote o potenciales. Y ellos o están ahí cerca de sus clientes –es la oportunidad para contactar con muchos a la vez– o están a la caza. Es normal. Es su trabajo. No es la primera vez que escribo sobre ellos. Nos hacen falta. Son necesarios. Seguir leyendo Una nube de asesores…

Cambiar de “chip”. Superar las inercias

Ya sabemos todos que el “chip” es el motor, el centro, de cualquier ordenador. Cuando cambiamos de “chip” es casi como si cambiáramos de ordenador. La carcasa sigue igual pero por dentro el motor es nuevo. Aplicado a las personas, diríamos que significa cambiar de mentalidad, hacernos nuevos, acomodarnos a una nueva realidad, dejar lo antiguo. Pues bien, a religiosos y religiosas nos hace falta cambiar de “chip” y superar las inercias. Al menos, en este campo de la economía. Dejar las inercias, eso de “siempre se ha hecho así”, para empezar a pensar de otra manera, a buscar otras soluciones. Porque tiempos y situaciones nuevas exigen respuestas nuevas. Seguir leyendo Cambiar de “chip”. Superar las inercias

Pagar el IVA

Hay cosas que me maravillan y me avergüenzan. Y una de ellas es la capacidad que tenemos a veces para hacer lo que es ilegal. Una de esas cosas es la facilidad con la que procuramos evitar el pago de los impuestos, sobre todo del IVA. Claro que no lo podemos evitar en las compras comunes. En la panadería o en la carnicería no nos escapamos. Queda a la conciencia del dueño de la tienda hacer su declaración de forma correcta.

Pero hay otros momentos, otros proveedores, que de vez en cuando nos hacen la oferta: “¿Quieren la factura con IVA o sin IVA?” Es una oferta tentadora. Seguir leyendo Pagar el IVA

El cortoplacismo

“Cortoplacismo y cortoplacista, derivados de la locución a corto plazo, son términos adecuados en español, tal como indica la Nueva gramática de la lengua española, por lo que se escriben en redonda, sin cursiva ni ningún otro resalte.” Lo dice la Fundación del Español Urgente (www.fundeu.es/recomendacion/cortoplacismo-y-cortoplacista-terminos-adecuados-en-espanol/) y se nos aplica perfectamente a los institutos religiosos. Por lo menos, en este campo amplio de la economía y la administración. Y, a mi modo de ver, es uno de los problemas más graves que nos afectan.

Debe ser por haber hecho tantas meditaciones sobre la providencia de Dios y el abandono en su voluntad. Seguir leyendo El cortoplacismo

Vuelta a la realidad y sus urgencias

Termina agosto y la vida se vuelve a centrar. Dejamos las vacaciones, las actividades extraordinarias (reuniones, cursos, ejercicios…) y entramos en nuestro trabajo habitual. Recogemos los papeles que llenan la mesa. Toca ordenarlos, clasificarlos, contabilizar, reunirse, administrar. Así entramos en el río que nos llevará hasta el final del curso de nuevo.

Por en medio se nos queda un agosto un poco extraño. Por una parte, tenemos la sensación de que la economía en general va mejor y va a mejor. No es que sea la maravilla de las maravillas pero va a mejor. Con heridas tremendas dejadas por la crisis. Pero parece que lo peor ha pasado.

Sin embargo, el mundo financiero parece que no quiere ver esa realidad. Seguir leyendo Vuelta a la realidad y sus urgencias

Llega el verano

Ya entiendo yo que este texto lo va a leer muy poca gente. Estamos en verano y va a publicarse justo unas horas antes de que empiece ese mes de agosto que marca para muchos el tiempo de las vacaciones. También para religiosas y religiosos es un tiempo diferente. No cogemos la maleta y nos vamos a la playa pero cambiamos de lugar y hacemos otras cosas. Seguro que más de una vez hemos dicho de bromas que en este tiempo veraniego “profetas y sacerdotes vagan sin sentido por el país”. Seguir leyendo Llega el verano

Nuestros asesores y sus consejos

Todos tenemos asesores. Hay en torno a los institutos religiosos una nube de empresas y de asesores que profesan, dicen, la mejor de las voluntades. Sólo quieren nuestro bien. Pretender aportar su perspectiva profesional, especializada. Son los que saben. Como es natural cobran según precios de mercado.

Seamos realistas. Necesitamos esas personas y/o esas empresas. La realidad fiscal, financiera, inmobiliaria en que nos movemos es suficientemente complicada como para no fiarnos exclusivamente de nosotros mismos, de nuestro criterio, de nuestra intuición. En muchas ocasiones eso no vale en la actualidad. Seguir leyendo Nuestros asesores y sus consejos

La volatilidad de las inversiones y la tranquilidad

Estamos en tiempos de alta volatilidad. Estoy seguro de que muchos ecónomos provinciales tienen fondos de inversión y otros tipos de instrumentos financieros. Y han visto cómo en estos últimos meses el valor de sus inversiones se iba para arriba un día, bajaba al siguiente y volvía a subir al otro. Posiblemente sus mismos asesores les han puesto en guardia frente a esta situación. Quizá incluso les han aconsejado desinvertir porque el mercado está en situación de peligro. O quizá sin el consejo del asesor alguno ha pensado que sería mejor meter el dinero en un calcetín, debajo de la almohada o dentro de un ladrillo. Seguir leyendo La volatilidad de las inversiones y la tranquilidad

De los otros siempre se puede aprender

He sido director de un colegio mayor universitario durante ocho años. Cuando llegué al cargo me encontré con que había ya una tradición de que los directores de los diversos colegios de aquella universidad, y los de toda España, se reunieran con una cierta periodicidad. A veces era para tratar algún tema, a veces eran unas jornadas de trabajo, a veces, los de la universidad, sólo para sentarse a comer juntos. Esas reuniones fueron durante aquellos años momentos muy buenos. Siempre tuve la oportunidad de aprender algo de los otros directores. A veces porque me gustaban sus ideas y copiaba en mi colegio lo que ellos ya hacían en los suyos. A veces también porque no me gustaban sus ideas pero, al escucharlos, me provocaban a la reflexión y terminaba viendo claro por donde debía caminar. Ciertamente, puedo decir que en aquellas comidas y encuentros siempre aprendí algo. Y eso fue bueno para mí y para mi colegio. Seguir leyendo De los otros siempre se puede aprender

Sobrevivir al capitalismo

Tuve un profesor de moral económica que al empezar a hablar del capitalismo nos dijo, de entrada, que el mercado capitalista era una selva: todos contra todos y a ver si sobrevive el más fuerte. Hay que reconocer que en esa lucha a veces se nos cuelan hechos y acciones que tienen poco que ver con nuestros principios.

Porque hay otro dato que debemos tener en cuenta: los institutos religiosos estamos al servicio de la misión. Ese es el criterio último. Para la misión nos servimos de todos los medios a nuestro alcance. También de los medios que pone a nuestro alcance esta sociedad. Porque, y eso lo sabemos todos, la misión cuesta dinero. Seguir leyendo Sobrevivir al capitalismo

El valor de nuestras propiedades

Hace unos días estuve hablando con un asesor inmobiliario. El tema de nuestra conversación giraba en torno a la valoración que hacemos de nuestros inmuebles. El punto de partida era la desamortización práctica que muchas de las propiedades de los religiosos sufrieron con la elaboración en los años 60 ó 70 de los primeros planes de urbanismo en muchas ciudades españolas. Digo desamortización y me reafirmo en ello. Ciertamente, esos planes no nos quitaron la propiedad para dársela a otros. Pero cambiaron/redujeron casi a cero el valor de muchas de esas propiedades. Seguir leyendo El valor de nuestras propiedades

Perder el miedo

A veces no entiendo muy bien a nuestra gente. No tenemos duda en buscar al proveedor más barato cuando se trata de comprar desde patatas hasta un mueble pasando por una casa. En todos esos casos, buscamos el precio más económico, damos muchas vueltas hasta que encontramos una buena relación calidad-precio. Es posible que alguna vez nos equivoquemos pero no será por no darle vueltas.

Y, sin embargo, cuando entramos en el tema del dinero, parece que nos quedamos paralizados. Debe ser que los bancos nos impresionan todavía, nos parece que son una especie de santuarios del dinero. O es que, simplemente, son la encarnación del mal. Y cualquier actividad que tenga relación con ellos está cerca de la especulación y la usura. Seguir leyendo Perder el miedo

Los sueños y la economía

En la semana de Pascua se celebró en Madrid, como todos los años se viene haciendo desde hace 44, la Semana Nacional para Institutos de Vida Consagrada. Ha sido una buena celebración para la vida consagrada en el sentido más amplio del término. Celebración de fiesta, de reflexión, de oración. Tengo la impresión de que religiosos y religiosas hemos pasado por unos años oscuros. Parecía que la misma iglesia nos daba ya por amortizados, como si fuésemos reliquias del pasado que no representan más que una carga molesta para la tarea siempre inmensa de la evangelización. Más de 800 religiosas y religiosos se han reunido y han visto que, a pesar de los años, hay mucha ilusión, muchas ganas, mucha capacidad. Seguir leyendo Los sueños y la economía

Informar de economía (y 2)

Hubo una vez que un ecónomo provincial me pidió que le ayudase a redactar la memoria para el capítulo. Ne le había llegado ningún guión. No sabía por dónde empezar. Tenía encima de la mesa todos los datos: balances y cuentas de resultados de los seis años de su gestión al frente de la economía de la provincia. Podía poner todo aquello junto pero…

Me senté al otro lado de la mesa. Sin papel ni bolígrafo. Simplemente le hice una pregunta: “¿Qué crees que es lo más relevante que ha pasado en la provincia en el aspecto económico durante estos seis años?” Con esa pregunta por delante comenzamos a ordenar las ideas. Seguir leyendo Informar de economía (y 2)

Informar de economía (1)

Cada vez que hay un capítulo hay que preparar una memoria económica de las actividades, de las comunidades, de la administración provincial… Son páginas y páginas de números y cuadros de Excel, columnas, filas, sumas… todo detallado. Lo mismo cuando hay que preparar los informes anuales que piden los gobiernos generales de nuestros institutos. Se ofrecen guiones exhaustivos con una miríada de datos para rellenar. El ecónomo provincial de turno necesita enterrarse en datos y papeles durante un tiempo para poder salir de la tempestad y presentar el informe a tiempo. Seguir leyendo Informar de economía (1)

Administrar no es sólo contabilizar

Hace ya muchos años, la primera vez que asumí el cargo de ecónomo de una comunidad, mi antecesor en el cargo me dijo al momento de entregarme las carpetas y documentos correspondientes –lo que en lenguaje taurino serían los trastos de matar– que en este mundo de la administración lo complicado no eran los números sino las personas.

Como llevo en esto muchos años, he podido constatar que tenía más razón que un santo. Los números son dóciles. Y hasta divertidos y relajantes. Una buena tarde, sin teléfonos ni reuniones, con un poco de trabajo de contabilidad por delante, lleva consigo un cierto descanso. Seguir leyendo Administrar no es sólo contabilizar

Las inercias del pasado

Alguna vez leí que la vida religiosa se había convertido en una especie de paquidermo, un enorme y pesado animal, muy lento y con mucha dificultad para cambiar de rumbo una vez que ha cogido una dirección. No es lugar para entrar en disquisiciones teológicas pero sí podemos decir que, al menos en el campo de la administración, la comparación no está mal traída.

Nuestras instituciones, congregaciones o provincias, tienen dificultad para cambiar de ruta, para tomar decisiones. Digo yo que influirá también lo de la edad. Con los años nos vamos haciendo todos más conservadores y menos creativos. El cambio nos asusta un poco y preferimos hacer las cosas como siempre se han hecho. Aunque en la práctica eso signifique un despilfarro enorme, una fuga de los recursos que son tan vitales para la misión a la que está llamado el instituto. Seguir leyendo Las inercias del pasado

Al servicio de la misión

Me estoy dedicando estos días a releer el documento dela CIVCSVA sobre la gestión de los bienes. La necesidad aprieta y estoy preparando una charla sobre el tema. Su lectura no lleva mucho tiempo. Apenas 30 páginas en pequeño formato. Por una vez, un documento de estos no se pierde en disquisiciones ni en teorías y va al grano. No podía ser menos al hablar de una cuestión tan práctica como es la administración de los bienes al servicio de la misión. Seguir leyendo Al servicio de la misión

Curso para ecónomos en el Instituto de Vida Religiosa

Este fin de semana se está impartiendo un curso para la formación de los ecónomos de institutos religiosos en el Instituto Teológico de Vida Religiosa. Está centrado en el tema de la administración de las actividades, inevitablemente en nuestros días, en misión compartida. Para decirlo en plata: en muchas de nuestras actividades, sobre todo en Europa, y dada la precariedad de personal propio, trabajamos codo a codo con laicos y laicas, que a veces comparten nuestro carisma y a veces no, pero con los que compartimos ciertamente una relación laboral.

Creo que han acertado con el tema. Es urgente repensar la administración de nuestras obras. No se pueden seguir llevando como se llevaban. Hay que profesionalizar su administración. Hay que profesionalizar las relaciones laborales. Hay que invertir dinero y personal en hacer conocer el espíritu que anima nuestras obras. Seguir leyendo Curso para ecónomos en el Instituto de Vida Religiosa

Tiempo de cierres contables

Después de diciembre viene enero. Es una verdad de Perogrullo pero tiene su cosa. Antes se hablaba de la cuesta de enero. Después de los gastos navideños se hacía difícil llegar al fin de mes en enero. Para los que estamos metidos en cuestiones administrativas, este mes es también complicado. Significa mucho trabajo. Significa, para la mayoría, revisar contabilidades, cerrar ejercicios contables de comunidades, actividades y organismos mayores. Por si no fuera poco, hay que hacer también los presupuestos del año siguiente. Todo en el reducido plazo de un mes. Si nunca falta el trabajo pendiente encima de la mesa, en este mes la acumulación llega a niveles de cuasi-desesperación. Seguir leyendo Tiempo de cierres contables

La Navidad y la buena administración

No es este tiempo para sesudas reflexiones sobre la economía y la administración. Trataré de no ponerme muy trascendental. La Navidad nos invita a contemplar un Dios que se regala sin límites y sin condiciones. Es un niño que es un amor. Lleno de fragilidad nos fortalece en la esperanza y nos anima a seguir caminando. ¡Ese Niño vale la pena! Si alguna vez se pudo decir de él que no se sabía que iba a ser, nosotros ya sabemos lo que fue y lo que es: el testigo mejor que tenemos del amor de Dios, el mismo amor de Dios, el Dios-Amor hecho carne. Y ya sabemos cómo va a terminar su historia: entregándolo todo, entregando la vida por amor. Seguir leyendo La Navidad y la buena administración

Los permisos del Vaticano

De todos es sabido que para hacer una venta de inmovilizado material (un edificio, una finca) que supere una determinada cantidad, los institutos religiosos deben pedir permiso al Vaticano, a Roma. El objetivo se supone que es poner una medida de precaución ante posibles movimientos que pongan en peligro el patrimonio del instituto.

En el último documento sobre el tema económico de la CIVCSVA se da un paso más en la línea de estas precauciones. Se dice que los institutos deben introducir “para las obras la certificación de los balances y las auditorías, ya que representan la garantía de una actuación económico-administrativa correcta de parte de los institutos.” Por si acaso no fuese suficiente, más adelante se dice que “se hace presente que esta Congregación…, en ausencia de balances certificados, podría no conceder la autorización para procedimientos de financiación.” La frase tiene algo de amenaza. Seguir leyendo Los permisos del Vaticano

Nuestras pensiones

He aquí una cuestión seria para nuestro futuro. Para el futuro de los institutos pero, sobre todo, para el futuro de las personas que los forman. La cuestión es sencilla. La mayoría de religiosos y religiosas han estado cotizando desde el año en que entramos en la Seguridad Social, en que comenzamos a pagar el RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos), allá por los primeros ochenta del siglo pasado, por la mínima. Eso nos garantiza obviamente una pensión mínima. Los que se jubilan hoy están recibiendo poco más de 600 euros mensuales. Eso, no hay que pensar mucho, no cubre los gastos de una persona jubilada. Apenas un poco más de la mitad. Seguir leyendo Nuestras pensiones

El dinero de los pobres

Decía un ecónomo provincial del que aprendí mucho que teníamos que mirar con todo el cuidado posible cómo gastamos los dineros de la congregación porque en realidad esos dineros son “los dineros de los pobres”. Se me quedaron grabadas esas palabras.

No se trata sólo de que me hiciesen una llamada a administrar cuidadosamente lo que tenemos, a no gastar para entendernos. Indicaba también tanto el origen de nuestro dinero como el destino final. Seguir leyendo El dinero de los pobres

Un blog quincenal de Fernando Torres sobre economía y vida religiosa