A veces, cuando hablamos entre religiosos de diversos institutos, constatamos las dificultades para trabajar juntos, también en este campo de la economía. Pues bien, a mis oídos han llegado noticias sobre el informe que la Iglesia de Inglaterra (iglesia anglicana para entendernos) ha preparado, como todos los años, sobre la evolución y resultados de sus inversiones financieras durante 2016. En este enlace tienen un artículo en español sobre el tema. Y en este otro tienen un resumen del informe (y la posibilidad de descargarlo completo) en inglés.
Algunos comentarios me surgen después de leer esos informes.
1) Es posible unirse. Hace unos meses lancé la idea de que los institutos religiosos, masculinos y femeninos, podíamos crear en España una gestora de inversiones común. La idea sigue ahí sobre la mesa. Unos pocos están pensando en ella. Pero la verdad es que nos cuesta la idea de trabajar juntos, de compartir información. Y mucho más nos cuesta asumir la idea de que los otros vayan a saber lo que tenemos o donde hemos metido la pata. Pues bien. Es posible unirse y trabajar juntos: Nos lo enseña, ¿quién lo iba a pensar?, la Iglesia anglicana. Han juntado todos sus ahorros y los hacen trabajar juntos. Con resultados sorprendentes. Así que es posible unirse. Sólo nos hace falta un poco de voluntad y algo de liderazgo.
2) Es posible poner criterios éticos exigentes y evangélicos sobre nuestras inversiones. Es lo que hacen los anglicanos. Se fijan en todos los detalles. Desde que haya presencia de mujeres en la dirección de las empresas en que invierten pasando porque asuman sus responsabilidades ante la sociedad y ante el cambio climático hasta entrando en la remuneración de los ejecutivos. Todo eso es posible cuando se reúne en el fondo un patrimonio de cerca de 9.200 millones de euros. Es decir, cuando se trabaja juntos y se pone todo en común.
3) Las inversiones éticas no tienen que ser menos rentables por ser éticas. Lo demuestra el fondo de inversiones anglicano que en el 2016 ha conseguido un rendimiento del 17,1% y que en los últimos 30 años ha obtenido un rendimiento medio de 9,6% anual. Y contra los datos no hay discusión. Lo han conseguido porque se han unido y porque han buscado unos criterios éticos de inversión exigentes y evangélicos y unos gestores serios, profesionales y capaces de llevar adelante el proyecto.
¿Lo que han conseguido los anglicanos no lo vamos a poder hacer nosotros? ¿O nos vamos a seguir dejando llevar por los recelos y la desconfianza mutua y el mirar cada uno a su patio sin querer saber nada de los demás?
Estupenda ideas y decisión; porque no hacer el intento? Animo y continua motivando para que la gente se anime y pierda el miedo.